Desde el Programa de atención a familias os ofrecemos algunos consejos para evitar los efectos negativos de la sobrecarga de información que nos llega a diario desde los diferentes dispositivos de información y comunicación.
Cada vez que nos asalta una duda sobre algo, corremos a Internet para que nos la aclare. Somos consumidores compulsivos de información. Pero hay tal cantidad de ella que en ocasiones no somos capaces de procesarla. A este fenómeno se le denominó “infoxicación”, provocada por el exceso o sobrecarga de información, que impide profundizar en los temas que se abordan.
Son muchos los medios digitales que nos bombardean con información: blogs, redes sociales, buscadores, etc. Intentamos asimilarla toda pero, al final, nos colapsamos y no la digerimos.
Esta situación puede generarnos angustia, nerviosismo y malestar, por temor a perdernos algo de esos enunciados que nos llegan, que quizá sean importantes para nuestros intereses.
SOLUCIÓN= ORGANIZACIÓN=FILTRAR INFORMACIÓN
CONSEJOS:
1 – Buscar fuentes de información fiables y de calidad: En internet todo vale y no toda la información que recibimos es veraz. Elige 2 o 3 fuentes principales. Prioriza la calidad frente a la cantidad. Recursos oficiales y/o especializados.
2 – Programa un horario en tu agenda para buscar y leer información: asignar un tiempo concreto del día a esa tarea. Por ejemplo, puedes hacerlo a primera hora de la mañana o, quizá, por la tarde. Evita ponerte a ello antes de dormir, pues te generará exceso de activación y podría provocarte insomnio.
3 – Marca un tiempo máximo para realizar búsquedas de información: 45 minutos al día es una recomendación adecuada para ponerse al día, aprender algo nuevo y asimilarlo correctamente. El resto del tiempo existen otras responsabilidades diarias y tiempo de autocuidado que también necesita de tú atención.